El sábado tuvo lugar el campeonato de rápidas de Álava, por nuestra parte lo han disputado Gorka, Alberto, y un servidor. Nuestro siempre buen amigo J.A. Pinedo tampoco faltó a la cita.
El esquema de enfrentamientos se dispuso mediante grupos de ocho jugadores, en el que Gorka tan solo perdió una partida de los ocho enfrentamientos, venciendo en un disputado derbi con Pinedo. Alberto no pudo pasar del punto y medio y yo conseguí un punto después de no conseguir dilucidar el camino de la victoria una vez superado el medio juego con ventaja en varias partidas.
Los apuros de tiempo nos pasaron factura, y, como anécdota contaros que una vez finalizadas nuestras partidas, tanto Gorka como presenciamos un final entre el subcampeón Igor Villalta, y el tercer clasificado Pastor, quienes movían y golpeaban el reloj con varias piezas que aun buscaban su sitio como peonzas sobre el tablero. A falta de seis segundos, fue el ultimo el que marco la diferencia, llevándose Igor la partida.
Tuve ocasión de enfrentarme al campeón, David Astasio, quien planteo una partida digna de un maestro internacional. No pudo ser, y fue esta partida una de las que se sumaron en su haber.
Llegados al ecuador del torneo, se dispusieron cuatro nuevos grupos, ocupando Gorka la séptima plaza del primero, Alberto y yo quinta y segunda del cuarto. Esto supuso un nuevo derbi en el que Alberto se llevó su no más que merecida victoria. Por su parte, Gorka superó a Landa, e hizo tablas con Daniel Ochoa, dentro del mejor grupo en el que había logrado meterse por méritos propios. Finaliza así esta edición del torneo de rápidas en la que, llegados a este punto, merece la pena hacer una reflexión: Vale más mantenerse férreo atrás, que ir por delante en la partida y por detrás en el reloj, al menos si uno no es capaz de materializar esa ventaja con medio punto.
David Ruiz
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